En una votación que expuso fracturas internas, reacomodamientos políticos y algunas sorpresas, la Cámara de Diputados aprobó con 142 votos a favor el proyecto que otorga un aumento del 7,2% a las jubilaciones y eleva de $70.000 a $110.000 el bono destinado a quienes perciben los haberes mínimos. La iniciativa, que ahora pasa al Senado, fue resistida por el oficialismo y parte de la oposición alineada con el gobierno de Javier Milei.
Desde Tierra del Fuego, sin embargo, los diputados Santiago Pauli (LLA) y Ricardo Garramuño (Somos Fueguinos) eligieron ubicarse del lado del rechazo. En una provincia golpeada por el costo de vida y donde una gran parte de los adultos mayores depende de ingresos mínimos, ambos legisladores decidieron votar en contra de una mejora concreta para jubilados y jubiladas. Una postura que difícilmente pase inadvertida entre los fueguinos que cada mes hacen malabares para llegar a fin de mes.
El rechazo total sumó 67 votos. La Libertad Avanza aportó 36, el PRO 22, y el resto se distribuyó entre partidos menores. Destacan los nombres de Pauli y Garramuño, quienes no solo rechazaron el aumento, sino que también respaldaron con su voto la línea dura del presidente Milei, que no tardó en salir a prometer el veto de cualquier medida que afecte su «déficit cero».
«Esperemos que los senadores no apoyen esta demagogia populista», escribió Milei en su cuenta de X minutos después de la votación, dejando en claro que, aun con el apoyo de la mayoría del Congreso, su voluntad sigue por encima de las urgencias sociales.
Mientras tanto, el proyecto fue acompañado por Unión por la Patria, Encuentro Federal, el Frente de Izquierda, la Coalición Cívica y una serie de diputados independientes que entendieron que el ajuste no puede seguir cayendo sobre los más vulnerables.
También se aprobó, ya entrada la madrugada, la declaración de emergencia para el sistema de discapacidad y la declaración de emergencia por catástrofe para las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. Sin embargo, el foco de la jornada estuvo, sin dudas, en la discusión sobre las jubilaciones.
Pauli y Garramuño, en nombre de Tierra del Fuego, optaron por alinearse con el ajuste. Y lo hicieron en una votación clave, donde no se discutía ideología sino sensibilidad social.